“He vivido una vida plena,
Viajé por todos y cada uno de los caminos.
Y más, mucho más que esto,
Lo hice a mi manera.”    -Paul Anka.

Aunque muchos digan que en la edad los números no importan y que todo está en el espíritu, cumplir 40 años para mí, no podía pasar desapercibido, por eso decidí hacer un pequeño recuento de lo que ha pasado en el mundo y en mí mundo durante estos años.

Hice mi entrada triunfal en 1977, año en el que murió Elvis Presley, y ustedes se preguntarán qué tiene eso de especial, pues la respuesta es nada, pero para mi es una linda casualidad porque Elvis se convertiría en mi amor platónico desde mis años de adolescencia. Todavía siento ganas de llorar cuando escucho su versión de My way que es un recuento de vida y una petición de cómo querer terminar la existencia.

En 1985 cuando estaba como en segundo de primaria sucedieron dos eventos que marcaron la historia de mi país y de igual manera influenciaron ese año de mi infancia, la toma del palacio de justicia por parte del grupo armado M19 y la tragedia de Armero. Los dos eventos sucedieron con 7 días de diferencia, noviembre 6 y 13 para ser exactos.

De la toma del Palacio de justicia recuerdo que durante el noticiero de la noche empezaron a pasar imágenes en las afueras del recinto llenas de tanquetas del ejército. A mis 8 años, me costaba entender la magnitud de este acontecimiento, pero lo que sí recuerdo es que se decía que Bogotá estaba en caos y yo solo pensé en Malala, una amiguita que hice en el colegio pero que por motivos de trabajo de su papá , se habían mudado a Bogotá en medio del año escolar. Facebook, el email o los mensajes de texto hubieran sido de mucha utilidad en aquella oportunidad. Creo que fue algo similar a cuando ocurre alguna tragedia en alguna ciudad del mundo y siempre pensamos en los conocidos que tenemos en ese sitio. Por ejemplo, cuando hay un huracán, tornado o alguna de esas inclemencias del tiempo que suelen suceder en Estados Unidos, siempre recibimos llamadas preguntando que cómo va el huracán, así sea que esté ocurriendo dos estados al lado del nuestro.

La tragedia de Armero ocurrió debido a la erupción del Nevado del Ruiz y por el deslizamiento de lodo, barrió con esta  pequeña ciudad dejando 23.000 muertos aproximadamente. Otra vez, a mi corta edad poco entendía sobre la magnitud de esta tragedia, que había ocurrido lejos de mi casa y que no había tocado a nadie de mi familia, pero si continúe por meses escuchando el nombre de Armero y de las personas que buscaban los desaparecidos o niños que buscaban a su padres.

Aquí hacemos la transición a la tecnología y cómo ha cambiado durante estos 40 años de mi existencia. Para empezar hablemos de la televisión. No puedo decir que me tocó el cambio de la televisión blanco y negro a color, pero si recuerdo los pequeños televisores de mis abuelos que parecían cajones, se prendían dando vuelta a un botón y se demoraban unos segundos en encender. Lo mas impensable para un niño de 8 años de hoy en dia es que la televisión, o en Colombia por lo menos, no funcionaba las 24 horas y solo teníamos dos canales nacionales. Todo estaba fríamente calculado para que llegáramos del colegio, tomáramos el almuerzo, hiciéramos las tareas y a partir de las 3 o 4 de la tarde, después de la emisión de los niños de Armero buscando sus familias empezara la diversion. ¡Plaza Sesamo!

Hoy a mediados del 2018, la televisión se ha convertido en lo que los programas de los 80’s nos mostraban como el futuro. Podemos verla en cualquier dispositivo portátil como teléfonos inteligentes, tabletas, computadoras personales, etc. Y aparte de esto, podemos escoger qué programas ver con servicios como Netflix o la televisión por Internet.

Con la tecnología, está la la música también. Digamos que aunque no se tocar ni el triángulo en las novenas de navidad, la música ha hecho parte importante de mi vida. A mis 20’s cuando atravesaba un momento dificil economicamente, empecé a trabajar para pagarme la universidad, en una tienda de discos que había llegado a Medellín como franquicia internacional. Conocí amigos entrañables, aprendí sobre música de todos los géneros, obtuve mi primer ascenso laboral y lo mejor, conocí a quien es hoy mi esposo y compañero de aventuras. Para él y sus amigos yo era “la de los discos”.  Pero todo en esta ‘torre de música’ no fue del todo melodioso. El 11 de enero del 2001, cuando estaba haciendo el turno de la noche, explotó un carro bomba en el parqueadero del centro comercial donde quedaba mi amada tienda de los discos. Fue una noche de horror. Gracias a Dios y la vida nadie que yo conocía resultó herido, pero una vez más, Medellín había sido víctima de la violencia heredada del narcotráfico que por años ha azotado a Colombia.

Hablando del narcotráfico, los años 80’s y  90’s en especial fueron una época difícil para  mi ciudad. Recuerdo que durante un tiempo, la gente se guardaba en las casas a partir de las 6 o 7 de la noche, porque no se sabía que podía ocurrir en medio de esta violencia entre carteles y sicarios.

Pero no todo fue como lo pinta la serie internacional Narcos. Cuando estaba entrando en mi adolescencia, comencé mi vida social con los amigos de mi barrio. El barrio Laureles para ser exactos. Con ellos empecé a descubrir el mundo mas allá de las calles seguras que nos vieron crecer. Recuerdo que tomábamos un taxi entre varios, para ir al centro comercial de moda en la ciudad a comprar chicles y chocolates importados. Comerse una Snickers o unos chicles Bubble Gum era un lujo que previo a la apertura económica no muchos podían disfrutar.

La vida a veces te tiene cosas preparadas que ni tú mismo te las esperas. Yo nunca pensé que me iría de Colombia y menos de Medellín, pero en el 2005 con 27 años, dejé mi ciudad para empezar mi camino en Estados Unidos con aquel que me llamaba “La de los discos”.  Este, creo yo, ha sido el punto de inflexión mas importante de mi historia, irme de la tierra, dejar a mi familia, empezar una vida de casada, de mamá y lo mas importante convertirme en inmigrante.

En Estados Unidos me han pasado cosas maravillosas. He tenido la oportunidad de conocer lugares hermosos, abrir mi mente a otras culturas, entender que la única religión no fue la que me enseñaron en aquel colegio de monjas donde estudié. He hecho amigos que son como familia y lo mas importante, tengo la bendición de tener mi propia familia. Pero como todo tiene su contraste, también he sentido días enteros de soledad, me he sentido extraña  y fuera de lugar con costumbres que por más que trate de acoplarme, nunca serán parte de mi cotidianidad.

En el 2007, sucedió otra cosa importante que ha cambiado mi forma de conectarme con el mundo. Se dio inicio, o por lo menos para mi, a esta nueva era de la redes sociales. Gracias a una invitación que acepté para conectarme en una red de amigos, 11 años más tarde, desde este lugar del mundo, tengo conexion con amigos, conocidos y familiares. Además se han convertido en parte de mi trabajo, porque hoy en día, a mis 40 años, trabajo en lo que tanto esfuerzo me tomó estudiar en aquellos años en la tienda de discos, soy publicista especializada en estrategia digital y redes sociales.

Insisto, hay algunos que aseguran que cumplir 40 es como cumplir cualquier otro año más, pero definitivamente no es así y les voy a decir por qué. Para las mujeres llega la mamografía y para los hombres el examen de la próstata. Hablar de Botox, vitaminas, hormonas y dietas puede ser el tema frecuente de las reuniones sociales.

Si estas leyendo esto y te esperan todavía unos años para llegar a los 40, no te asustes, estos temas “médicos” son solo parte normal de la cuarentañez, pero si eres cuarentón o de ahí para arriba, ¡lo mejor está por venir!

De Armero, poco se volvió a hablar, pero la naturaleza continúa sacudiéndonos. En el 2017, año en que cumplí 40, el mundo estuvo lleno de desastres naturales. Hubo terremotos en México e Irán, un alud en Mocoa Colombia, pasaron los huracanes Irma, María y José, y se vivieron incendios en California, España, Portugal y Chile.

A todos los que leen este escrito, les agradezco con el alma tomarse unos minutos para estar conectados conmigo. A mis CUARENTA puedo decir que he sido una persona feliz y espero seguir siendo parte de este mundo tan cambiante.

Besos -Paula

*Si quieres conocer un poco sobre la tragedia de ARMERO, te invito a escuchar este podcast: Los ninos perdidos de Armero Parte 1 y Los Ninos perdidos de Armero Parte 2 

Aquí, unas fotos para el recuerdo…

inra
Mi mamá y yo, Barranquilla 1977. Me retracto de la televisión a blanco y negro…parece que si me tocó.
discos
Tower Records, Medellín. Cuando era “La de los discos”.
Ihop
Julio del 2005, el dia que llegué a vivir a Estados Unidos.
graceland-4
Visitando la casa de Elvis Presley en Memphis, Tennessee. “Graceland”
40s
El dia que cumplí 40!

 

 

 

 

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